04 diciembre, 2017

CLOE

SEMANA DEL 13 AL 17 DE NOVIEMBRE

Después de la emoción vivida, el fin de semana nos aportó un merecido descanso, y finalizado el domingo, el lunes hizo acto de presencia acompañado de una inesperada sorpresa: ¡las huellas de unas manos y unos pies habían aparecido en la entrada del cole!.

Nuestras luciérnagas llegaban a clase, con curiosidad y llenas de preguntas. ¡Laura mira!, ¡Amaya son huellas!, ¿de quién son?... después de una pequeña reunión al más puro estilo indio, en el que comprobamos que ninguno de nosotros teníamos unos pies y unas manos tan grandes, decidimos investigar, y siguiendo su rastro, llegamos a Cloe.



 ¿Cloe? pero...¿quién es Cloe?..y ¿Cómo ha llegado hasta aquí?.
Pues veréis familias, las huellas pertenecían ni más ni menos que a nuestro Phileas Foog, que había  estado en el cole de nuevo, dejándonos un pequeño regalo a su paso: su gran amiga Cloe, una de las mayores exploradoras de Egipto en todo el mundo, que va a acompañarnos durante toda esta aventura, mostrándonos maravillosas cosas de este lugar.
Además no venía sola, traía su maleta cargada de algunos objetos que vamos a necesitar para emprender nuestro viaje: un carnet, unas lupas, linternas... 


¡Menudo viaje nos espera!

Durante estos días, Cloe nos ha enseñado,que en en Egipto hay un gran río llamado Nilo y claro, nosotras que somos tan intrépidas ...
 ¡no hemos dudado en cruzarlo!


Atravesarlo ,supuso una gran experiencia sensorial, por su variedad de colores y texturas, y cómo no por el agua.
¡Qué divertido!


También hemos aprendido, que el agua del río Nilo es fría y que en ella, viven muchos animales; y si no preguntad a nuestras luciérnagas... menudo fresquito que estaba el hielo en comparación del agua calentita de las bandejas...y además al derretirse el hielo, qué animal aparecía...
¡EL COCODRILO!



La psicomotricidad de esta semana ha estado llena de aventutas,:cruzar el río por el puente, trepar saltar...si es que esto se nos da de miedo, y nos lo pasamos tan bien...
¡yujuuuuu!



Tampoco se nos puede olvidar nuestra sesión de educación emocional. En ella hemos trabajado el paso de una emoción a otra (de triste a feliz) a través del arroz; transformando el arroz blanco (tristeza), en amarillo (felicidad) gracias al colorante y el agua (acciones que pueden provocar ese paso como las cosquillas o los besos).




Y aquí tenéis el resultado: ¡grandes dosis de felicidad!




¡HASTA LA PRÓXIMA SEMANA FAMILIAS!

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