¡HOLA FAMILIAS!
Pues parecía que iba resistiendo, pero al final los virus han podido conmigo y la temida gripe se ha apoderado de este cuerpecito débil, así que, sintiéndolo mucho, el lunes, martes, y miércoles me fue imposible hacer otra cosa que no fuera estar en la cama.
Pero como soy una chicarrona del norte (del norte de Castilla), la ausencia de fiebre me permitió plantarme el jueves en el cole para seguir con la normalidad.
Pero no os penséis que vuestras luciérnagas se quedaron solitas, no, no, noooo, de eso nada, además de con Itzi, estuvieron en las manos de mi maravillosa compi Elena a la que desde aquí doy las gracias por lo bien que lo hizo y por llevar a cabo la programación que le comenté ( aunque también hizo alguna de las suyas, y es que salirse un poco del guión también es divertido)
Tras una pequeña presentación, empezaron con la realización del disfraz de carnaval.
¿QUÉEEEEEEEEEEEE? ¿HE OÍDO CARNAVAAAAAAAAL? PERO SI PARA ESO QUEDA MUCHO AÚN, SI ACABAMOS DE SALIR DE LAS NAVIDADES!
Pues sí, amigos, el tiempo es oro y la llegada del carnaval es inminente, asi que manos a la obra a preparar un bonito collar egipcio.
Para ello, se prepararon unos moldes, pintura dorada, algodón y pinzas...
El martes, Elena tuvo la genial idea de llevar a cabo un taller de disfraces en el que las telas y la pintura en la cara tuvieron el papel protagonista y por lo que me cuentan...¡Se lo pasaron pipa!
El miércoles llevaron a cabo nuestro primer taller de cocina, en el que desarrollaron sus habilidades manipulativas y su motricidad fina a través de pelar fruta, su capacidad de asociación, la discriminación de formas y colores... ¡Fue muy divertido y muy tentador! ( tanto, que alguno no pudo evitar comerse algún trocito mientras lo pelaba).
Luego, Elena montó unas bonitas palmeras del desierto egipcio con toda la fruta que ellos habían pelado y las comieron para almorzar.
El jueves llegué al cole con muchas ganas de reencontrarme con mis luciérnagas y de seguir haciendo cositas chulas, asi que nos pusimos con el disfraz. Nuestro collar dorado tenía que lucir aún mas brillante y lujoso, asi que...¿qué tal si teñimos con pintura y purpurina unos macarrones y los usamos para decorar?
Con ayuda de pequeñas palas o cucharas, fuimos metiendo los macarrones en la bolsa y luego lo más divertido...Chorrete de pintura y purpurina y...¡A agitar!
Y el viernes, como viene siendo habitual, lo dedicamos a la educación emocional, y esta vez, tras presentar la máscara del monstruo triste, nos dispusimos a realizar unas pequeñas lágrimas saladas.
Para ellos, utilizamos bandejas de sal con las que previamente manipulamos y experimentamos, para después pasar a utilizarla para cubrir nuestras pequeñas lagrimitas.
Y hasta aquí nuestra semana, esperemos que os haya gustado y que os animéis a dejarnos algún comentario.
Y recordad...
SED FELICES Y BRILLAD CON LUZ PROPIA
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